Santa Fe - Capital | De la queja a la acción: cómo un vecino puede presentar proyectos en el Concejo

Cualquier persona, sin limitaciones, está posibilitada a ingresar una iniciativa en el Legislativo local: reclamar la reparación de un espacio público, bacheos, limpieza de basurales, etc. Cada propuesta vecinal tendrá el mismo trámite que se cursa para las iniciativas que plantean los ediles.

 Deberá usted saber, lector y ciudadano, que ante un problema en su barrio —sea una calle destrozada, un zanjón tapado donde se juntan alimañas, un parque público en estado de abandono, etc.—, tiene dos opciones: la primera, quejarse: con otros vecinos de la cuadra, con el dueño de la despensa de la esquina, o acaso por las redes sociales. Hay una segunda, más propositiva: presentar un proyecto en el Concejo local para que esa problemática tenga alguna vía de solución.

“El Concejo es una caja de resonancia de los vecinos”, repiten como una muletilla los concejales de la ciudad. Puede sonar a cliché, pero algo de razón guarda esa frase: cualquier vecino o vecina, sin ningún tipo de limitación —de edad, de orientación social, de creencias religiosas, de procedencia barrial, ninguna— puede acogerse al artículo 89 bis del reglamento interno del Deliberativo, que establece la figura de Iniciativa Popular.

En su concepto central, ese artículo dice: “Los ciudadanos de la ciudad de Santa Fe podrán proponer o peticionar al Concejo el dictado de ordenanzas, resoluciones, declaraciones (de interés, por ejemplo) o comunicaciones sobre cualquier asunto de su competencia”.

Uno de los casos más recientes fue una iniciativa de un grupo de vecinos de barrio René Favaloro. Decidieron presentar un proyecto de ordenanza en el Legislativo para crear una vecinal, que no tenían. El proyecto se presentó, se trabajó en las comisiones del cuerpo, llegó a las preferencias del orden del día y fue aprobado. El barrio tuvo su vecinal. El proyecto se presentó en 7 de junio del año pasado y se aprobó el 14 de septiembre (res. Nº 17882).

Otro caso: los nombres de calles: el 2013, por iniciativa de los propios vecinos, las calles de Alto Verde fueron bautizadas (con identificaciones numéricas). Una calle sin referencia es como una brújula que no marca los puntos cardinales, y que no ayuda al sentido de pertenencia de la ciudadanía con su entorno más directo, es decir, el barrio.

El paso a paso

Hay dos vías por las cuales cualquier ciudadano puede presentar una iniciativa: una, mediante una nota simple (manuscrita o impresa) con una determinada petición o reclamo; otra, mediante un proyecto escrito más elaborado. Debe entregarse en Mesa de Entradas de Concejo (en Salta 2943), y allí el solicitante recibirá un papelito con número de expediente (con el que ingresará al Deliberativo) y un acuse de “recibido”.

Cada nota o proyecto ingresado en Mesa de Entradas debe ser lo más claro y explicativo posible, estar firmada por el peticionante (con aclaración de nombre y apellido) y un número de teléfono para tener una vía de comunicación. Tampoco hay limitación para las temáticas: pedido de podas, bacheo, iluminación, colocación de rampas de acceso, etc.

Ese expediente se carga en el servidor informático (Siem). Ya en el sistema, sigue el camino de cualquier expediente. ¿Cómo es ése camino? Desde Mesa de Entradas va a Secretaría Legislativa; ese expediente se incorpora a la lista de los Asuntos Entrados que se va haciendo para la sesión siguiente. Los Asuntos Entrados son votados por los concejales, ya en sesión. Y desde Legislativa se determina hacia qué Comisión estable del Concejo va ese expediente, dependiendo de la temática.

Por ejemplo, si es un tema urbanístico (bacheo), se gira a las comisiones de Planeamiento y a Hacienda y Gobierno. Si el proyecto del vecino es de una temática educativa o mediambiental, se gira a la comisión de Desarrollo Social, etc.
Comisiones

El proyecto ya está votado como asunto entrado y en la comisión que le corresponde. Cada comisión está integrada por concejales de los distintos bloques políticos. Los concejales ven todos los expedientes que ingresan, es una obligación. Se hace un dictamen o despacho del proyecto, bien elaborado y siguiendo un formalismo en la redacción. Si es una nota simple, se redacta tal como un proyecto.

El trámite sigue: si tiene las firmas suficientes de los integrantes de la comisión, el despacho va al Orden del Día de la sesión. Esto es casi el último paso: así se aprueba o no, ya en plena sesión, dependiendo de los consensos de los concejales. Por lo general, los proyectos salen aprobados. Luego desde el Concejo, con ese proyecto ya votado y aprobado, se lo comunica al Municipio. Y ahí se termina el trámite del Concejo. Ahora pasa a manos del Ejecutivo municipal.

Si es un proyecto de declaración de interés (de un evento público masivo, o de una fecha conmemorativa de una institución, etc.), se agota ahí el trámite: el Concejo “declara de su interés” tal o cual acto o evento. Si es un proyecto de ordenanza aprobado, hay que esperar que el Ejecutivo promulgarla, reglamentarla y aplicarla. Lo mismo si es una resolución: deberá ejecutarla.

Claro, a veces puede no llegar a buen puerto ese proyecto de un vecino particular: si durante un año calendario posterior al ingreso del proyecto no se trató en el recinto, pierde lo que se llama estado parlamentario, y se archiva. Aunque esto es poco probable que ocurra.

También hay algunos proyectos que tienen un trámite legislativo especial y se demoran más de lo habitual. Ejemplo: un grupo de vecinos pide por proyecto de ordenanza que se ponga nombres a calles del barrio en que viven. En este caso tienen que dictaminarla Comisión de Calles, la que está fuera de la órbita del Concejo. Ésta verifica si los nombres que se proponen ya existe en la ciudad o no, si cumple determinados requisitos, etc. Por eso se demora algo más de tiempo.

Lo más presentado

Declaraciones de interés y pedidos de puesta de nombres de calles son las dos cosas que más ingresan los vecinos. Y además, pedidos de peticiones puntuales en barrios, listas de cosas pendientes (bacheos, zanjeos, desmalezamientos, arreglos de calles) que presentan por lo general las vecinales y también particulares.

Tres sugerencias
>> Presentar proyectos posibles: es decir, que sean factibles de realizar. Lo recomendable es elaborar peticiones concretas y razonables. Lo opuesto a esto sería que, por ejemplo, alguien presente un proyecto de ordenanza para que todos los barrios de la ciudad tengan cloacas, agua potable, gas y hasta Wi-Fi, si se quiere. Para llevar adelante estos servicios hay que buscar líneas de financiamiento, pliegos licitatorios, etc.
>> Redacción simple y explicativa: además, mientras más fundamentado esté el proyecto, mejor. Ayuda que se anexen archivos periodísticos o documentales sobre la temática planteada, registros fotográficos, etc. Mientras más información tenga el proyecto, mejor: pues tiene más posibilidades de que avance en el circuito de Concejo y sea sancionado.
>> Pedir algún asesoramiento: si un vecino no sabe, no puede o no se anima a redactar una nota con una petición e ingresarla al Concejo, puede pedir ayuda a algún otro vecino que tenga alguna formación en Abogacía, Ingeniería o Arquitectura, docencia, etc. Y esa ayuda colaborativa quizás termine en el bien común de todo un barrio.

Ejemplo básico

Al presentar un proyecto (o una nota), un modelo muy simple podría ser: “Artículo 1: Proyecto de resolución: encomiéndase al Ejecutivo a que proceda a realizar la obra de desmalezamiento (o de bacheo, etc.), en tal sector delimitado de la ciudad (entre calle A y calle B, por caso). Artículo 2: Las erogaciones que demanden la ejecución de lo dispuesto en la presente serán imputadas a la partida presupuestaria del ejercicio fiscal correspondiente. Artículo 3: Comuníquese al Departamento Ejecutivo Municipal”.

fuente: El Litoral

Comentarios