Santa Fe | Carta abierta a intendentes, gobernadores y al presidente de la nación.
Santa Fe | Carta abierta a intendentes, gobernadores y al presidente de la nación
Inicialmente Santa Fe Necesita Descansar era un grupo destinado a lograr una mejora en la calidad de vida del ciudadano mediante el conocimiento de las leyes vigentes con la finalidad de reducir los problemas de contaminación del aire con ruido y lograr la tranquilidad necesaria para la vida y el desarrollo humano.
Esta violencia invisible se acumula en nuestro cuerpo hasta que la fatiga de nuestro cerebro responde ante la constancia de esos impulsos auditivos innecesarios, repetitivos y agresivos que terminan afectando un área relacionada con nuestra respuesta instintiva de supervivencia y protección.
La lucha contra la contaminación del aire con ruido derivo en averiguar las causas que lo generan y eso nos ha llevado a entender que el problema de base es la supresión de la constitución por parte del mal desempeño de los funcionarios y de una interpretación errónea de la ley que menoscaba esos derechos en pos de una destructiva idea de que la agresividad y la violencia social son producto aislado de personas frágiles que el estado debe proteger desconociendo por completo lo enunciado en nuestra constitución nacional.
Con esa premisa de un estado mas laxo se ha dado poder al violento por sobre las personas que respetan la ley menoscabando el derecho a la salud mental, además de permitirse a los fabricantes de equipos de audio que prueben armas acústicas sin ningún control por parte del estado y que ahora no solo son mas poderosas, sino que además son portátiles y autónomas.
Eso se ve reflejado en las consultas que se reciben en el blog y las redes sociales por parte de personas que están siendo obligadas a responder con más violencia ante la ausencia protectora del estado que ha malinterpretado libertad con libertinaje y que solo se ha volcado a ver al victimario como un producto de su medioambiente sociocultural olvidándose por completo de las victimas que son en realidad el eslabón mas débil y por ende el que debe ser protegido en una suerte de leyes invertidas que favorecen al violento.
El problema se agrava cuando se materializa la supresión la constitución que sin su amparo hace prevalecer la ley del mas fuerte, y es ese el terreno del violento, del mafioso, de la organización de grupos que se van articulando por intereses y no por valores expresados en la ley maestra, tratando de pasar uno por sobre el otro en una especie de contagio social de malas practicas comunitarias contrarias al progreso y la paz del tejido social.
El estado ha reemplazado la paz social por un conjunto de normas que solo busca mantener presa a la sociedad del pánico y la inseguridad fomentando un negocio basado en la muerte, el odio, la agresión constante y la justicia por mano propia ante la inviabilidad de soluciones pacificas que fueron suspendidas al evitar aplicar la ley que la constitución ordena cumplir.
recibimos historias que parecen sacadas de una novela de ficción, historias de ciudadanos viviendo una pesadilla y presos en sus casas debido a que los gobernantes entienden que libertinaje es sinónimo del bienestar de un pueblo.
Hay historias de personas que son agredidas por sus vecinos siendo obligados a irse ante la mala praxis de los funcionarios públicos o transformando sus viviendas en un refugio nuclear del siglo XXI donde sobrevivir de un inminente fin de la humanidad encerrándonos de los agresores y dejando el mundo exterior a los violentos.
También están el abuso de la inmadurez de menores y mascotas para hostigar al vecino que se queja por la falta de respeto a su derecho constitucional a tener tranquilidad para descansar y disfrutar de la vida, usándolos de excusa para iniciar peleas que no existen, además de abusar de su poder mental superior para instigarlos a cometer delitos que ellos los adultos no pueden hacer porque son imputables, delitos como la usurpación de viviendas, robos, hurtos, agresión en espacios públicos, ingreso y destrucción de la propiedad privada, acoso y hostigamiento vecinal para aterrorizar (pintadas, golpes, gritos, insultos, piedras...) sin que el estado pueda resolver de manera adecuada una intervención que lo corrija.
Luego hay órganos puntuales de nuestra estructura constitucional que funcionan usurpando poder como los municipios cuyo único poder es establecer multas económicas y clausurar, intentan interferir entre privados cuando solo puede actuar si el denunciado o denunciante es un negocio o actividad regulada por el municipio ya que constitucionalmente es incapaz de poner en prisión o aplicar otro tipo de sanciones que reconstruyan el daño.
Luego está el mal funcionamiento de la policía de Santa Fe que también delega ilegítimamente su poder al municipio siendo un claro ejemplo como actúa la central 911 dando ordenes que buscan fogonear la violencia al no concurrir ante un llamado y no labrar las actas de infracción que marca la ley y evitando poner al infractor ante la justicia, dando solo “recomendaciones” ( o sea, va a contar al victimario que su victima llamó) retirándose del lugar sin solucionar y agravandolo al exponer al denunciante que cumple su obligación cívica a las agresiones por denunciar un delito, generando además perdida de recursos del estado porque la policía termina regresando con un problema aun mas grave que el anterior.
Nos ha tocado desfilar por las oficinas y organismos y padecer de este estado aparatoso que no funciona para prevenir y mucho menos para remediar, lo cual pone a las victimas contra la pared sin mas chance que usar mas violencia cayéndose en espiral que ha convertido a la ciudad de Santa Fe y muchos centros poblados en verdaderos infiernos, llegándose incluso en 2018 a tener una tasa de homicidios que la OMS (Organización Mundial de la Salud) categoriza como PANDEMIA solo en el departamento La Capital al superarse los 10 asesinatos por cada 100.000 personas, es decir, una enfermedad mental que esta atacando a todos los niveles y clases de la sociedad con un alto indice de mortalidad afectando por igual a todos los ciudadanos debido a las negligencias de los funcionarios de los distintos niveles del estado.
El estado municipal, provincial y nacional es responsable de que la constitución esté suspendida al no poderse garantizar la vida pacifica, independientemente de quien ocupe el cargo la existencia de reglas es básico para el desarrollo de vida humana civilizada.
Es imposible que arriba a abajo en la escala de responsabilidades no sepan que estas cosas están fuera de control, que los ciudadanos a los que deben cuidar están muriendo y destruyendo sus vidas porque la estructura que debe mantenernos en orden y paz, ha sido corrompida para favorecer o solamente dar un poco de felicidad a los violentos enemigos del estado y de la vida humana.
Es por esto que por la presente pedimos que trabajen juntos, se dividan tareas y busquen vencer la violencia, el odio y la venganza que se ha apoderado de la ciudad normalizando el tejido social dañado por su mal desempeño, y que los funcionarios estén obligados a cumplir la ley cuando vean algún delito sea con el uniforme o sin el uniforme o entiendan un peligro para él, para otros o para la propiedad privada o publica.
Se propone además, que se pueda denunciar por redes sociales e Internet los delitos, enviar y recibir archivos de imagen, audio y video, una mayor protección de la victima y/o denunciante, permitir el control del ciudadano de la policía y el abordaje psicosocial profiláctico, de salud mental y de infraestructura de las áreas problemáticas.
Los funcionarios elegidos deben de dejar de temer a la palabra "represión" porque esa palabra no es valida si existe una constitución que entiende que hay actitudes enemigas de la vida que deben sofocarse.
Estamos lejos de ser partidarios de alguna ideología política, pero debemos aprender que quienes están en lugares de toma de decisión ahora ya no pueden estarlo si siguen corrompiendo la estructura del estado porque han fracasado, sea provincia, municipio o nación, no han sabido encarar la tarea que las leyes le plantean y las han usado y fragmentado a su gusto.
No sirve de nada enojarse, pero como ciudadanos hacemos publico el rechazo a estas políticas destructivas de nuestra sociedad implementadas por funcionarios que se ponen de frente a alentar a la tribuna agitando el libertinaje y de espaldas a la ley.
Que nos maten, violen, agredan... no es un problema social, sino el problema de una política que destruye la vida y cuyos responsables que hemos elegido no han sabido cumplir su trabajo por miedo, comodidad o negligencia.
Santa Fe Necesita Descansar
Ciudad de Santa Fe, 29 de enero de 2019
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