Argentina | La mitad de los argentinos trabaja con ruidos molestos

Uno de cada dos argentinos trabaja con ruidos molestos que causan bajo rendimiento laboral y menor creatividad, además de traer aparejados efectos nocivos para la salud.

Uno de cada dos argentinos admite que convive con ruidos molestos en su lugar de trabajo, según advirtió un sondeo que también señala que la contaminación sonora provoca bajo rendimiento laboral, disminuye a la creatividad, afecta a la audición además de traer aparejados diversos efectos nocivos para la salud.
Así concluyó el Estudio sobre el nivel de ruido y el Medio Ambiente en Argentina, realizado en Capital Federal, el Gran Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe,  que también arrojó  que el 80% de los afectados por ruidos molestos reconoce estar expuesto por más de dos horas a situaciones perturbadoras y sólo un 12% utiliza protección auditiva.
“El ruido es uno de los contaminantes laborales más comunes y muchos trabajadores se ven expuestos diariamente a niveles sonoros potencialmente peligrosos para su audición”, afirmó la doctora  Andrea Ricardo, jefa del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Británico y médica asesora de GAES Centros Auditivos, encargados de realizar el estudio.
Entendido como un factor de estrés ambiental, el ruido incrementa la irritabilidad y la agresividad. “La realización de cualquier tarea que requiera de información auditiva puede verse perjudicada por el ruido. De hecho, la habituación a las condiciones de estrés puede conllevar a la instalación de enfermedades crónicas como hipertensión arterial y diabetes o desencadenar trastornos en la atención y el comportamiento laboral”, explicó la profesional.
Algunos de los efectos nocivos que trae aparejada la contaminación sonora son: pérdida de capacidad auditiva, acufenos, interferencia en la comunicación, malestar, estrés, nerviosismo, trastornos del aparato digestivo, enfermedades cardiovasculares, disminución del rendimiento laboral, incremento de la posibilidad de accidentes laborales y cambios en el comportamiento social.
Las consecuencias iniciales de la exposición a los ruidos no son siempre objetivables. Como primera manifestación, se presenta un deterioro en la discriminación de palabra. Luego, si la exposición al sonido es escasa, puede presentarse fatiga, que se recupera al cabo de unas horas; sin embargo, con el transcurso de las repeticiones el trabajador experimentará mayor compromiso en la pérdida auditiva”, señaló Ricardo.
Está cuantificado: el 43% de la población manifiesta que el ruido genera problemas de concentración. Sin embargo, sólo la mitad conoce los efectos negativos de los ruidos molestos en el rendimiento cognitivo. La  mayoría de los consultados destaca a la pérdida de capacidad auditiva como la consecuencia que más conocen (92,5%), seguido por la perturbación del sueño (73%), los acufenos (62,7%) y la interferencia en la comunicación hablada (61,5%). 

Comentarios